Proceso de descontaminación de las aguas servidas es pionero en el mundo y reutilizará residuos en procesos que producen gas natural que es inyectado a la red domiciliaria de Santiago, además de energía eléctrica para su propio funcionamiento, abono para la agricultura y agua limpia destinada al riego.
Esta mañana el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, junto al presidente de Aguas Andinas, Guillermo Pickering; y el superintendente de Servicios Sanitarios, Ronaldo Bruna; visitó la Biofactoría Gran Santiago La Farfana, planta de tratamiento de aguas servidas que realiza procesos de recuperación y transformación de los residuos en valiosos recursos, sin generar impacto en el medio ambiente.
Esta innovadora planta, pionera en el mundo, realiza un proceso de descontaminación de las aguas servidas para reutilizarla en procesos que producen gas natural que es inyectado a la red domiciliaria de Santiago, además de energía eléctrica para su propio funcionamiento, abono para la agricultura y agua limpia destinada al riego. Son alrededor de 600 millones de m3 de agua limpia que se reintegra a los cauces cada año, proceso que ha permitido reducir el ingreso de aguas servidas al relleno sanitario.
Este es un ejemplo de lo que el país debe hacer para enfrentar la escasez hídrica que proviene por el aumento de la demanda de agua potable, de agua para riego y también por cambio climático. Lo que aquí se está haciendo es tratar un 100% del agua servida, es un ciclo completo, y lo que estamos viendo acá, es el tipo de actividad que hay que desarrollar para poder aprovechar todos los recursos en una situación de escasez hídrica como la que enfrentamos, señaló el secretario de Estado.
En ese contexto, es que este tipo de infraestructura logra regenerar una cantidad equivalente a casi 3 embalses El Yeso, la que puede ser reutilizada en riego de parques y jardines, uso industrial, recarga de acuíferos o repotabilización.
En ese sentido, Pickering señaló que reutilizar el agua, es un gran beneficio para la sociedad, se redujeron al mínimo las enfermedades entéricas, se benefició la agricultura, el turismo. Porque hicimos eso, es que podemos construir lo que se viene hacia adelante que es la biofactoría, que no tengamos residuos, no tengamos emisiones, que reutilicemos las aguas, es decir, transformar los residuos en recursos.
En otro punto, en el proceso de descontaminación de las aguas servidas, se producen grandes cantidades de biosólidos que al ser estabilizados en digestores producen biogás que es utilizado para producir energía eléctrica y térmica, y así autoabastecer la operación de las biofactorías.
En la Biofactoría Gran Santiago la Farfana, ese biogás se transforma en gas natural que se inyecta a la red de gas de Santiago para abastecer a cerca de 30 mil clientes.